Poco a poco, el pequeño recinto fue haciéndose con más personas. Las luces recién encendidas y la suave música de fondo nos auguraban que dicha tarde pasaría a la historia de la asociación. Afuera, en los exteriores de la facultad, una copiosa garúa envolvía con un ambiente polar lo que hace algunos meses parecía ser un paraíso desértico. Una delegación se encontraba con otra, y entre ellos se podía avizorar, a lo lejos, el reencuentro de amistades que nunca durmieron en el olvido. Rostros conocidos, rostros por conocer, todos ensimismados; Apeucs tuvo el gran mérito de unir, con esfuerzo y trabajo, las vidas de personas que iban por caminos dispares para ser juntados, logrando integración y pasión por nuestra carrera.
Ya a las seis de la tarde, todos los concurrentes se hallaban sentados, impacientes, esperando ver qué era lo nuevo que traía Apecs para todos ellos. Caras confundidas y grandes incógnitas se alzaban como por arte de magia, casi como siempre que alguien debe salir a escena a presentar un discurso y siente el golpe de los nervios. Poco después, ya con un marcado hermetismo en el ambiente, el maestro de ceremonias se hizo presente y procedió a dar por iniciado el evento, ante la ansiedad de todos los organizadores e invitados.
Las presentaciones -una a una- siempre a la altura de los concurrentes, tanto desde el Grupo de Danza, pasando por las ponencias y videos, y finalizando con los discursos de Amalia Zevallos, organizadora del evento, y el presidente de la asociación, Odar Pacheco, quien dio un discurso directo y altivo explicando qué significa ser parte de la Asociación Peruana de Estudiantes de Comunicación Social (Apecs), para qué nos sirve y hacia dónde nos lleva. Todo sentido, cargado de aplausos y sonrisas; buenos recuerdos para quienes alguna vez decidieron emprender una ruta en Apeucs, y muchas ganas de aprender por parte de quienes han decidido continuar con la obra de quienes ya gozaron de este privilegio.
Para tal caso, Apecs cambia de nombre para poder ser legal y contar con todo lo requerido para ser una organización capaz de ofrecer lo que los estudiantes de Ciencias de la Comunicación necesitan. Congresos, talleres y eventos creados por Apecs, ahora contarán con una relevancia mayor, también buscando extender las fronteras ya puestas sobre la asociación que en este momento busca demostrar hasta dónde puede llegar.
Al concluir el evento, hubo tiempo para los abrazos, los saludos y la música, pues la hora loca se mostró más imponente que nunca, haciendo bailar hasta al más apático de nosotros y enseñándonos que la amistad y la integración son producto de una sola acción: querer.
Los asistentes al evento, al igual que quienes quisieron estar presentes y no pudieron concurrir, saben perfectamente lo que a Apecs le espera, y a sabiendas de que lo que sigue no es flores ni buenos colores, solo queda esfuerzo y trabajo por conseguir lo que nos quita el sueño. Hacer que nuestra asociación alcance sus objetivos de poder integrar a todas las facultades de Ciencias de la Comunicación tan solo depende de quienes se ponen la camiseta y se aventuran en busca de lo desconocido.